¿Cuándo debemos utilizar planos generales?

Las pequeñas partes que componen un discurso audiovisual son los planos. Hay una cantidad de planos de necesario conocimiento si queremos construir buenas historias con imágenes en movimiento. Hoy pretendo reflexionar sobre un tipo determinado de encuadre. Hablo de  los planos generales.

Son los planos más abiertos, el encuadre mayor y el que a su vez nos reporta mayor información. El planteamiento de un plano de estas características es similar al de la fotografía. Dicen los que saben de esto que en una fotografía necesitamos introducir la mayor cantidad de elementos informativos, para que en el momento de disparar la instantánea nos acerque la realidad en su máxima expresión.

Con el plano general ocurre lo mismo, con la salvedad de que ese encuadre abierto permite el movimiento cosa que la fotografía no. En nuestro planteamiento de plano general deberemos por tanto colocar la cámara con el encuadre más grande y a una distancia que nos permita mostrarlo todo.

Este tipo de plano audiovisual puede tener dos variantes. Podemos hacerlo en movimiento o estático. Si lo hacemos con la cámara parada deberemos llevarlo a cabo como una fotografía. Si por el contrario decidimos mover la cámara, la denominación de ese plano pasa a ser la de paneo o panorámica. Se puede mover ese encuadre de derecha a izquierda o viceversa, y de arriba a abajo.

Este tipo de planos que contienen tanta información son normalmente utilizados para contextualizar, para situar al espectador, para contarle de lo que vamos a hablar. Un tipo de plano con el que podemos arrancar perfectamente una crónica o reportaje.  Termino con un consejo más de andar por casa. Cuando arranques tu trabajo audiovisual, acude en primer lugar a este tipo de plano para sacar el lugar, la escena. Después ya recurrirás a otro tipo de encuadres más cortos con los que sacar el detalle de lo que pretendemos mostrar.